Mantener una buena postura corporal nos beneficia tanto desde el punto de vista de la salud como de la estética. Si nos mantenemos erguidos y con la espalda recta evitaremos problemas musculares y de columna, una buena oxigenación y una apariencia esbelta. Para ello podemos ayudarnos con algunos consejos.
De la postura corporal dependen factores tan importantes como la salud y calidad de vida. Pero esta depende de diversos factores como los rasgos individuales de la personalidad, aspectos fisiológicos, biomecánicos y de educación.
Porque en suma, es un aspecto de la salud que puede aprenderse y modificarse mediante la actividad física que realiza el individuo, el cual se transforma en un indicador de salud y determina aspectos tan importantes como la posición de nuestros órganos.
Una mala postura con el cuerpo inclinado hacia delante o exageradamente derecho, dificulta la respiración y puede redundar en problemas como lumbago, escoliosis y lordosis; además de comprimir los órganos de la digestión y provocar molestias digestivas. Frente al computador o en nuestro ambiente de trabajo, una mala postura puede significar estar faltos de atención y por lo tanto, menos productivos.
Al contrario, una postura adecuada previene enfermedades y hace ver más esbelta a la persona, alargando el cuello y el torso, haciendo que parezca más delgada y hasta más alta.
Postura correcta
Una postura correcta se define como la alineación simétrica y proporcional de los segmentos corporales alrededor del eje de la gravedad. La postura ideal de una persona es la que no se exagera o aumenta la curva lumbar, dorsal o cervical; es decir, cuando se mantienen las curvas fisiológicas de la columna vertebral.
Una postura correcta se define como la alineación simétrica y proporcional de los segmentos corporales alrededor del eje de la gravedad. La postura ideal de una persona es la que no se exagera o aumenta la curva lumbar, dorsal o cervical; es decir, cuando se mantienen las curvas fisiológicas de la columna vertebral.
Se logra manteniendo la
cabeza erguida en posición de equilibrio, sin torcer el tronco, la
pelvis en posición neutral y las extremidades inferiores alineadas de
forma que el peso del cuerpo se reparta adecuadamente.
Para mantener una buena postura necesitamos:
Adaptar los ambientes de trabajo y estudio:
Se recomienda una silla de entre 65 y 75 centímetros de alto; con
espacio interior suficiente para que se puedan estirar un poco las
piernas y éstas se apoyen en el suelo. En caso de usar computador,
situar la pantalla a una distancia entre 50 y 60 centímetros y a una
altura similar a la de los ojos.
Evitar una vida sedentaria:
Para mantener una postura correcta es necesario desarrollar la
musculatura, por lo cual se recomienda hacer pausas de ejercicios en
una larga jornada, y favorecer la actividad física caminando, andando en
bicicleta o nadando.
Fortalecer la musculatura:
Abdominales, glúteos y hombros son las áreas del cuerpo que menos se
suelen ejercitar en nuestra actividad cotidiana, y por lo tanto es
indispensable reforzarlas mediante ejercicios localizados que se pueden
realizar en el suelo cada mañana.
Cuidar el peso:
La obesidad y el sobrepeso se convierten fácilmente en un problema de
postura. Es importante conocer tu cuerpo, controlar el peso y
mantener una buena alimentación.
Fuente: www.terra.com
Interesante artículo, es un buen aporte para la salud de todas las personas, no solo en el ámbito laboral....
ResponderBorrarInformación clara. Gracias!
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